“Nadie debería pasar nunca por lo que nosotros pasamos”, dijo una de las estudiantes, Sofie Whitney, a los legisladores locales en la capital de Florida, Tallahassee.
“Diecisiete compañeros y profesores fueron asesinados por un monstruo mentalmente inestable, algo que fácilmente se podría haber evitado si hubiese habido un control de antecedentes adecuado y un examen de salud mental”, añadió.
Vitoreados por manifestantes y con el apoyo de estudiantes de todo el país, los sobrevivientes del tiroteo de hace una semana en la escuela Marjory Stoneman Douglas salieron el martes de Parkland, una pequeña ciudad vecina a Miami, hacia la capital en el extremo norte de Florida, para sostener sus primeras reuniones políticas.
En la Casa Blanca
El presidente de EE.UU., Donald Trump, prometió ayer que tomará medidas fuertes contra los tiroteos masivos en escuelas, en una jornada de activismo para los “chicos de Parkland” que sostuvieron sus primeros encuentros con políticos en Florida y Washington.
A veces llorando y a veces con la voz cargada de rabia, los sobrevivientes y familiares de las víctimas de la masacre en Parkland, así como maestros y familiares de víctimas de tiroteos pasados, hablaron con el presidente en la Casa Blanca para discutir la manera de resolver este problema nacional.